Sí, siento que podría estar con mis amigos y mi familia bien tranquilito en vez de volver a esta vida fugaz.
... Nunca la vuelta al cole había sido tan dura.
Se suele pensar: Qué coñazo, volver a las clases, el rollo del mismo profe, los compañeros aburridos, y volver a ver a esa que me hace la vida imposible y a ese que me cae mal por defecto.
Pues va a ser que no, que ya no vuelvo a ver a los mismos mocosos que me caían genial y algunos mal. ¡Que bien! Tengo un entusiasmo de rascacielos al verme obligado a cambiar todas mis horas, todos los alumnos, todas las salas y algunos profesores.
Estoy encantadísimo de tener que volver a aprenderme las caras y algunos nombres para no quedar tan mal, ya que lo que más me cuesta es quedarme con un simple nombre.
Con mucho más humor he empezado esta semana pidiendo a uno por uno que saliera por cojones a la pizarra a presentarse. Así he podido coger ventaja, escribir sus nombres uno a uno y analizarlos. Estas son mis observaciones de 50 minutos de primeras impresiones:
Almudena -> moreno rizado. Trabaja en McDonnalds y es animadora
Narciso -> granos
Anthony -> se cree Antonio Banderas. Vive en el campo
Sagala -> "no me gusta el colegio"
Alexandriyo -> gemelo
Golfilla -> tímida. un diente le brilla. pulsera grande peces de colores
Jodío -> origen italiano
Horror -> gordita gafitas castaña (tiene nivel)
Magdalena -> pequeñita // desinteresada, difícil
Lina -> rubia gordita
Mengano -> NIVEL, prefiere inglés (rapado)
CúCú -> rubia, no ha hablado
Armandín -> grande
Babino -> afro
Nota: Efectivamente, los nombres son ficticios, no pretendo herir sensibilidades.
Por desgracia, para cuando los vuelva a ver, dentro de dos semanas, ya me habré olvidado de sus nombres.
jueves, 10 de enero de 2008
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